Fotos de mala calidad y un espacio desmantelado no hacían más que devaluar el precio de nuestro último trabajo, un despacho utilizado para trabajos temporales en los últimos meses. Desde el principio hemos tenido claro que nuestro objetivo era volverlo a dotar de una buena imagen profesional, fundamental para todo aquel que pone su ilusión en un nuevo proyecto empresarial y en un edificio de esta categoría. Pero también, pensando en las ocho horas que estarán trabajando allí, hemos querido mostrar un lugar confortable poniendo el acento en la pequeña zona para cafés y refrescos. Un reportaje fotográfico profesional termina de convertir el despacho de nuestro cliente en un centro de alto rendimiento. ALQUILADO EN LA TERCERA VISITA!