Se parece, pero no es el Alquiler Turístico del que os hablábamos en un post anterior. El de temporada es el menos conocido de los tres tipos de alquileres y, sin embargo, ofrece considerables ventajas sobre los otros dos. Si eres de los que la legislación no permite el turístico o de los que no se decide por miedo a un inquilino mal pagador, este tipo de alquiler es la solución para ti.
Para empezar, no necesitas licencia turística. La vivienda se alquila por plazos de 1 a 11 meses o el plazo justificado de temporalidad. Los principales inquilinos son grandes compañías internacionales que ofrecen alojamiento a sus empleados desplazados, estudiantes de alto poder adquisitivo (masters), ejecutivos,etc. Si la estancia es corta, es habitual hacer el pago por adelantado y estadísticamente, los impagos son muy poco habituales.
No sufras por su integridad. Aunque pudiera parecer lo contrario, la vivienda se mantiene en mejor estado que en un alquiler convencional. En cada cambio de inquilino se revisan instalaciones e inventario, imputando a la fianza cualquier falta o reparación que no se derive del uso ordinario de la vivienda.
¿Y si yo la necesito? No será un problema. Sólo tienes que bloquear esas fechas y reservarla para ti. Esto sería impensable en un alquiler convencional.
También es la mejor opción para el que quiere vender su casa pero prefiere esperar un mejor momento. O para aquellos que dejan circunstancialmente la ciudad y buscan rentabilizar un piso que va a quedar vacío por una temporada. El propietario sólo tiene que cerrar las reservas y recuperar la vivienda cuando la necesite.
Hay Agencias especializadas que se encargan de gestionar la vivienda. Por un pequeño porcentaje mensual ellos se encargan del calendario de reservas, del mantenimiento, de los check in y de los check out. El propietario siempre está al corriente de cualquier gasto extraordinario y sólo se preocupa de percibir los ingresos cada mes.
Eso si, la vivienda se entrega al inquilino absolutamente lista para entrar a vivir. A cambio de estar perfectamente equipada, los ingresos de un alquiler de temporada son mayores que los de un alquiler convencional.
Para que os hagáis una idea, muchas de las fotos que ilustran este post son viviendas de 50 metros con una sola habitación en Barcelona o Madrid. El alquiler medio de todas ellas es de 1.200/1.300 euros al mes cuando su renta por alquiler convencional sería claramente inferior. Lo mismo sucede en otras capitales.
Si hemos conseguido disipar tus dudas y crees que tu vivienda cuadra para este tipo de alquiler, estaremos encantados de actualizar su decoración y acondicionarla para convertirla en tu mejor inversión. Supone tiempo y esfuerzo. Si quieres hacerlo tú, también te ayudamos. Llámanos y cuéntanos cuál es tu caso. Encontraremos la solución perfecta para ti.